Son ciertas partidas que se hacen en el libro diario generalmente al final de cada ejercicio contable, con el fin de poner o llevar cada cuenta a su saldo correcto, ya sea aumentando o disminuyendo su valor o bien creando nuevas cuentas, pero que siempre tienen su origen en actividades de la empresa. Sucede que no se pueden elaborar los estados financieros solo con las cuentas que aparecen en el balance de comprobación o de saldos, pues aunque no se hayan cometido errores, los saldos de dichas cuentas no siempre coinciden con la situación real de la empresa, debido a varias circunstancias, entre las cuales podemos mencionar las siguientes:
a) Que algunas transacciones están pendientes de contabilizarse porque al contador o a la contadora no le entregaron en la fecha correspondiente, la documentación que acredita dichas transacciones, ya sea intencionalmente, por negligencia o por olvido,
b) Que el valor de los activos fijos que aparecen en el balance de comprobación, ya no es el mismo, pues evidentemente el tiempo transcurrido y el uso al que han estado sometidos, han originado en ellos una disminución en su valor (depreciación);
c) Que el valor de algunas cuentas de activo tales como gastos de organización, papelería y útiles. publicidad, alquileres, seguros, etc. pagados por anticipado, que figuran en el balance de comprobación o de saldos, no corresponden al que realmente se tiene, debido a que su valor ha ido disminuyendo durante el ejercicio conforme se han utilizado, amortizado o disfrutado:
d) Que existan cantidades pendientes de cobro, a favor de la empresa, tales como, alquileres, comisiones, intereses, dividendos, etc;
e) Que existan cantidades pendientes de pago, a cargo de la empresa, tales como alquileres, sueldos, comisiones, intereses, impuestos, etc.
Por consiguiente, antes de proceder a la preparación de la hoja de trabajo y por ende de los estados financieros, es necesario hacer un examen del saldo de cada cuenta que aparece en el balance de comprobación o de sardos con el fin de establecer si su valor concuerda o no con la realidad; y cuando no coincide, la diferencia que resulte, se debe registrar por medio de asientos especiales que reciben el nombre de partidas de ajuste, Cabe expresar que no hay ninguna regla que fije el número de ajustes, por lo que se pueden hacer tantos como sean necesarios, con el objeto de que cada una de las cuentas arroje at terminar el ejercicio el saldo que realmente le corresponde.
Las partidas de ajuste se dividen en legales y por corrección.
PARTIDAS DE AJUSTE LEGALES. Son las que se efectúan teniendo cuidado de no transgredir una ley, por ejemplo, para el cálculo y contabilización de las depreciaciones y amortizaciones, el Contador debe sujetarse a lo preceptuado por los artículos 21 numeral 27 y del 25 al 33 de la Ley de Actualización Tributaria. Para calcular y contabilizar la reserva para indemnizaciones debe observarse lo que indica el artículo 21 numeral 8 de la ley citada. Para calcular y contabilizar la reserva para cuentas incobrables, debe sujetarse a lo preceptuado por el artículo 21 numeral 20 de la misma ley. Para calcular la reserva legal, debe prestarse atención a lo que indica el artículo 36 del Código de Comercio, y así existen muchos más, que su profesor(a) en el desarrollo de la asignatura les irá indicando. Le sugerimos que con su profesor lean y analicen el artículo 21 indicado en este párrafo.
PARTIDAS DE AJUSTE POR CORRECCIÓN. Son las que se efectúan para corregir un error cometido, el cual puede ser de cálculo o por registro incorrecto de una cuenta.
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